Se prevé la instalación de nuevos detectores que están basados en centelladores plásticos de 4 m2 y estarán montados sobre cada uno de los 1600 detectores de superficie del Observatorio Pierre Auger.

Éstos emiten una tenue luz cuando son atravesados por las lluvias de rayos cósmicos de alta energía.

Esta luz de centelleo es luego recolectada en el interior del detector por fibras ópticas que la dirigen hacia tubos fotomultiplicadores muy sensibles.

El objetivo es mejorar la medición de las lluvias cósmicas empleando un sistema de detección alternativo.

Esto permitirá determinar la cantidad relativa de las distintas partículas en cada lluvia cósmica.

Con estos datos se podrá inferir la naturaleza del rayo cósmico primario que dio origen a la lluvia.